
¿Saldremos indemnes de la globalización, o de las tribus globalizadoras? Es la pregunta franca que me hice al empezar a leer el magnífico ensayo de Amin Maalouf ‘El naufragio de las civilizaciones’. Si os soy sincero al terminar de leerlo, no encontré la respuesta esperada, es más, ninguna parecida. El problema cognitivo y de asimilación de las ideas, nunca se le puede achacar a la obra, sino, a la reconfiguración del lector encriptado en un deber ser de las cosas, y menos, partiendo de un dilema personal. Es como intentar arrancar un coche echándole azúcar al tanque de gasolina. Es decir, no se puede leer estando dopado de ideas y prejuicios tabú, para buscar unicornios azules.
Eso sí, encontré algunos planteamientos que me reafirman mis tesis sobre las nuevas tribus globalizadoras, que me han ayudado a mejorar y ampliar mis teorías sobre los nuevos paradigmas y sus paradojas sociales. De eso se trata la investigación sociológica: masticar el cuero para ablandar los mocasines como lo hacían las mujeres de la cultura Powhatan, los primeros zapatos ergonómicos del mundo. Por qué éste ejemplo tan rebuscado y provocador. Porque es una forma de medir la indignación. Cuantos de ustedes habrán reparado en la ideología de género, como modelo corrector del discurso. “Es decir los indios americanos eran machistas”
Amin Maalouf es uno de esos sociólogos acostumbrados a masticar el cuero, antes de hacerse unos cómodos mocasines indios Powhatan… Nos habla, o más bien nos alerta de que «nuestras civilizaciones se agotan», aportando una panoplia de razones y desenvolventes históricos ilustrativos, no por la variedad de ejemplos, sino, por la acertada actualidad de la inmersión teórica. La desconfianza hacia el «Otro» como motor de las tribus globalizadoras.
Vuelven los Yo acuso de Émile Zola, el Me too, el pacifismo, el multiculturalismo, la xenofobia, la intolerancia política y religiosa, el populismo, el individualismo y la insolidaridad del nacionalismo, el negacionismo, el animalismo, el podemismo, el feminismo, el ecologismo militante, el adanismo ideológico, y el ANTIFA del antirracista del «Black Lives Matter», Las vidas negras importan.
La única amanera posible de entrar a una tribu globalizadora de la “nueva normalidad vigilada” no es con el empleo de arietes medievales, ni complejas contraseñas, sino con una simple camiseta con el eslogan de pertenencia, y en su efectos, un emotivo tweet, y el obligado y like de me gusta. Antes de la globalización y del fin de las ideologías de Daniel Bell, todo tenia esqueleto como los vertebrados. Hoy en día, las ideologías son invertebradas, y duran menos que el sol del mediodía en invierno.
Del “me too” al “you too”
La plataforma HBO (Taquilla en casa) el canal de TV por suscripción con sede en New York, se suma al movimiento «Black Lives Matter». Ha decidido retirar de su amplia oferta de cine la película “Lo que el viento se llevó”, por ser una película racista. Guión cinematográfico basado en la novela de Margaret Mitchell. Una de las novelas más populares de la historia de la literatura universal. Hace poco tiempo, y a motu proprio (iniciativa), había tenido otras ocurrencias populares, como fue retirar de sus listas de films las películas con fumadores, lo que reducía su cineteca a la décima parte de toda la producción mundial. Lo que los hizo recular muy pronto. Si al cine les quitas, la carne, el gluten, la grasa, el aceite de palma, el azúcar, los conservantes, los colorantes, el amarillo No.5, la lactosa, la cafeína, y el plástico, te quedas sin cine. Tenía razón el bolchevique Vladimir Ilyich Lenin, en su visión del cine como herramienta educativa al servicio de la revolución.
No han tardado mucho las temidas “tribus globalizadoras” en producir y reproducir nuevos prototipos de movimientos progresistas (nichos) anidados en el resentimiento atávico y arcaico. El miedo se reinventa como nueva lucha de clases; ya no es la pobreza, ni las naciones, sino la nueva sociedad sin nación. De la metamorfosis a la transición del modelo de denuncia (Yo acuso) de Émile Zola, pero versionado a lo vestía en las redes sociales. Del célebre yo también, “me too” a este otro modelo de acusación e identificación del enemigo, tú también, “you too”. Este libro, ésta escultura, ésta calle, ésta película, éste autor, etc. son enemigos de la tribu globalizadora.
¿El porvenir de las nuevas generaciones es incierto, se basa en el aniquilamiento de la historia?. ¿desaparecer lo que ha dado sentido a la aventura humana?, ¿Y las naciones Estado, desaparecerán?. La nueva pesadilla no tiene pasado, sino futuro.