¿La evolución se ha detenido?

Lo idóneo en política o lo políticamente correcto en la sociedad actual del empoderamiento de las minorías emergentes (la democracia inversa) o evolución política no virtuosa, es la nueva normalidad, la nueva conciencia. Lo guay es plegarse uno mismo, como un armadillo contra cualquier amenaza de pensamiento crítico, disidente y antagónico con la posverdad oficial. Con independencia de los 100.000 millones de neuronas y miles de millones sinapsis complejas que poseemos en el cerebro, algo de la maquina biológica perfecta, semejante a la de Turing, ha dejado de funcionar. “los humanos hemos detenido la evolución y aparentemente retrocedemos”. Seis millones de años de evolución se han visto comprometidos con la estupidez humana de última generación. ¿La civilización tal cual la hemos conocido y representado, está tocada…?

Lo importante hoy día, no es la renovación del poder judicial “jueces y juezas”, lo relevante para el gobierno comunista tribal de (Radio Colifata) está en la proporcionalidad de jueces y juezas y afines, hembras, barones y viceversa, machos, hembras y nuevos géneros en perfecta y sincronizada cremallera pseudo biológica, “one to one”. El problema surge por la demanda agregada de los nuevos géneros sexuales de los colectivos excluidos de la cremallera ideología de género. Una ecuación de difícil encaje lógico y racional y científico. No, no es la renovación, sino más bien, el cambio de paradigma ideológico de los jueces. No es renovar, sino cambiar el modelo de pensamiento. Ingeniería social de la parafernalia comunista

“En el campo de la Historia, la aportación de Ortega y Gasset se centró en la Teoría de las generaciones, según la cual, los cambios de época se deben a «variaciones en la sensibilidad vital», que se traducen en el cambio de generaciones: el desplazamiento de una generación vieja por una nueva. Así en la concepción de Ortega, la generación pasa a ser una «categoría histórica», el concepto fundamental de la historiología y el instrumento más eficaz del método histórico. Sin embargo, eso que Ortega denomina «cambios de sensibilidad vital» no es una de las causas del desarrollo histórico sino uno de los efectos en que este se manifiesta. Del análisis del pensamiento de Ortega, se deduce que esos cambios o variaciones son la forma en que se manifiesta el cambio o variación de las Ideas, con mayúsculas. Es decir, «una variación de las ideas disueltas de cada época, que están flotando y que el individuo no las posee, sino que está inmerso en ellas o gravitan sobre ellas». Empero, a su vez, como fue enunciado por la teoría del materialismo histórico y la investigación histórica empírica ha confirmado, esas Ideas, surgen de las condiciones humanas de existencia. Es decir, de las condiciones en que el hombre realiza su actividad productiva, en función de desarrollo técnico y social y de los sucesivos problemas que tal actividad le va suscitando”

Quedémonos con esta última reflexión imprescindible para entender el nuevo cambio de paradigma, que difiere al de fenomenología histórica…“De las condiciones en que el hombre realiza su actividad productiva, en función del desarrollo técnico y social y de los sucesivos problemas que tal actividad le va suscitando” Estos cambios están negados o ralentizados, a las sociedades menos desarrolladas del tercer mundo y, menos dependientes de los Estados ricos y proteccionistas… El mundo a dos velocidades… El estado de bienestar asociado a la tecnología y las sociedades avanzadas y “ricas”, desmontan la conciencia del progreso humano y social asociada al trabajo. El hombre como factor productivo y de riqueza de las naciones….

El problema de una sociedad que produce parias subvencionadas, mantenidas por el Estado y, las políticas sociales expansivas cortoplacistas basadas en la riqueza, y la deuda ilimitada, sólo crea dependencia, miseria gradual, o el llamado, o mal interpretado estado del bienestar. Ya nadie depende de sí mismo y sus capacidades intelectuales de lucha basadas en el trabajo y el compromiso con el país, con la Nación… Las sociedades progresistas se organizan a través del reparto y la distribución de bienes y servicios públicos a base del expolio de los beneficios de las empresas y los trabajadores.

El “Remake” de una nueva civilización gobernada por las minorías empoderadas y destructiva contra cualquier forma de pensamiento critico que no se pliegue a la irracionalidad del buenismo progresista… https://latribu.blog/2017/10/06/el-vacio-del-vertice// Una vez que la tecnología y la sociedad del bienestar (civilización) llegan al vértice de la pirámide, toca retroceder inexorablemente. Es un comportamiento animal que atrofia las capacidades cognitivas de los homínidos Hombres…

Todos alguna vez en nuestra vida, deberíamos leer “El malestar en la cultura, de Sigmund Freud” es una tesis brillante y profético, que contiene muchas claves para entender el cambio de paradigma de nuestra sociedad, y la ruptura con la historia. ¿Por qué el pasado estorba para reafirmar el presente?.  También el filósofo español, José Ortega y Gasset, lo planteo en clave de filosofía social, en términos de cambio generación atípico. Salvando las distancias ambas tesis se complementan en un espacio atemporal e imaginativo…   

Sobrepoblación de tribus en el planeta

Blog de Manuel Eduardo Ponte, latribu.blog

No sería una idea distópica pensar en colgar un mega cartel sobre el planeta del Mono desnudo, singularidad evolutiva del humano según el etólogo británico Desmond Morris: «No más tribus, aforo completo»… Luchar contra cualquier cosa que represente un valor, en la sociedad del mercado y para el mercado, y no del mercado, es el motor de la autorepresentación inextreme del activismo nihilista corporativo del mantra ¡Sí se puede!, del nuevo mono peludo tribal… El espectro de sobreexposición es tan amplio y heterogéneo que en una misma tribu pueden coexistir y cohabitar activistas con diferentes intereses. Ninguna “tribu en red” es excluyente o hegemónica por sí misma, y de serlo, serian inoperantes y estáticas como las primitivas asociaciones analógicas, verticales y selectivas (leyes naturales de la evolución política) que sostenían al viejo orden internacional, como lo conocemos desde el “Tratado de Westfalia” siglo dieciséis, focalizado en las «naciones, los parlamentos y el obsoleto estado centrípeta de la soberanía pre-global.». Aquí el ser social por antonomasia, no es lo colectivo ni la materialidad de la representación, sino la virtualidad de una idea emocional global en red.

Las tribus empoderadas son el nuevo avatar del orden global de la supremacía de las masas en red. Las masas hasta ahora, en su historia, nunca habían tenido poder, ni lo ejercían, solo representación abstracta. Alguien o algo pensaba por ellas, y actuaba por ellas. Las “masas inteligentes” ejercen funciones orgánicas como módulos de un sistema informático p2p en red. Pero cada una de ellas tiene su propia movilidad heliocéntrica a una idea emocional, sin compromiso de permanencia, aparecen y desaparecen de la red p2p, en dos estados, On, encendido, y Off, apagado. Nada ni nadie puede competir con un fenómeno tan abierto, dinámico y radical, y menos la sociedad que conocíamos hasta ahora… Su activismo sin fronteras (factor orgásmico del poder) crea la falsa ilusión de tener el control total y la legitimación del universo conocible, de ser legión activa en defensa de las partes y del todo.

Los neonihilistas existencialistas del siglo veintiuno, a pesar de su poder aparente, antisistema, antihistoria y antimercado, creen tener poder y autoridad, y ejercen dicho poder a discreción, y disparan a voluntad, son auténticas moscas cojoneras matando cañones. La reversibilidad o más bien, la sensación de darle vuelta a la racionalidad dominante, o realidad, no he hecho nada más que empezar, pero sin método, el método aquí son las emociones del sí o sí, nuevo positivismo social… En definitiva, lo que cohesiona a una tribu, no es el componente étnico, ni político ni antropológico, o territorial, sino la simple idea. ¡Dadme una idea, una emoción, y moveré el mundo…!

El Mundo actual de la hiperconectividad inteligente y emocional, se asfixia por buenismo del exceso de sobrerrepresentación de las masas tribales empoderadas y empasteladas de ideas salvadoras de las minorías y el Mundo, eso sí, no más extensas que un tuit, ni más complejas que la bandera de Japón.  Si logras encajar en la ecuación de una idea, algo de lógica y emociones, entonces tienes la fusión perfecta de la formula del activismo social, el gendarme salvador de planeta, el soldado universal de salvemos a Bambi, liberen a Willy o sigamos a Greta Thunberg, la nueva Juana de Arco del ecologismo.

El empoderamiento de los individuos hiperconectados en red y en nube, era inédito e impensable para las ciencias sociales y del comportamiento debido a su velocidad superior a la del pensamiento formal, algo así como la Paradoja de Zenón; una es Aquiles y la hiperconectividad, la otra la tortuga de las ciencias formales y el conocimiento: Psicología, Economía y Marketing, Antropología y Sociología, Etología humana, y la Política poética del siglo veintiuno, entre otras muchas, también la Ciencia Ficción y la Utopía como único rasgo heredado del Homo Paradisiacus, sobre cualquier otra especie terrestre o forma de vida orgánica e incluido los virus, debido a su velocidad de síntesis y paradigma efímero.

Uno de los elefantes blancos de la primera década de este siglo, fue el ensayo divulgativo de “NO-LOGO” de la eclipsada Naomi Klein, “NoLogo: el poder de las marcas” es uno de esos elefantes blancos, que de vez en cuando, adoptan las masas de su tiempo, pero sin ponderar el alto costo a pagar.  Aunque no voy a seguir un estricto orden cronológico ni exhaustivo de las apariciones históricas de estos costosos “elefantes blancos” Sí procuraré señalar su relevancia y su recurrencia periódica, en forma de indignación, eso sí, cada vez en intervalos de tiempo más cortos, cortísimos, hasta funcionarse en una línea de tiempo plana. Todos los elefantes blancos postsegunda guerra mundial y preglobalización del mono en red, son registros del momento cero de las tribus globales inteligentes. Naomi Klein, la gurú contra la sociedad insipiente del mercado global, advertía sobre el consumo vasado en las marcas y su personalidad y seducción.  

En realidad, en éste bucle de renovadas y potenciadas apariciones paquidérmicas, antes conocidos por las ciencias como ciclos históricos con periodicidad larga e incluso inconexa, eran hitos sin continuidad histórica… Desde La batalla de Kurukshetra, pasando por el el Apocalipsis de San Juan, y el manifiesto comunista de Karl Marx y Engels, a la visión desideologizada de Vance Packard, y sus alarmantes ensayos “Los trepadores de la pirámide” y el apocalíptico “Los persuasores ocultos”… Siempre habrá alguien que nos describa la nueva gran amenaza para la civilización conocida, En el trayecto lineal de la concepción de la historia como afirmación pedagógica, no primitiva, siempre hubo o habrá un profeta, un mensajero de la verdad verdadera, un elefante blanco para la sociedad, que nos exhorte a que nos indignemos en defensa del mundo conocido. .

La Globalización es un fenómeno natural irreversible de la evolución de la humanidad, y un devorador de dogmas resistentes a los cambios: Un ejemplo fue la dialéctica entre capitalismo versus el viejo mantra pre-tribal, como el marxismo y cristianismo de los años 60-70. El marxismo desapareció por exceso de masturbación mental, convertido en pragmatismo populista, y el cristianismo está en franca vía de extinción por sus complejos ante la sociedad disruptiva de las emociones. Ninguno de los dos dogmas hegemónicos del siglo veintiuno, tiene ni puede dar respuestas a la sociedad líquida y moral líquida, planteada por Zygmunt Bauman.

Es el nuevo desafío a la humanidad asfixiada por la sobrepoblación de tribus inteligentes. La próxima muerte será la del capitalismo en manos del extremismo conservador configurado en una tribu más, y en lucha contra el liberalismo global, perversamente llamado, progresismo, cosa que no comparto, me niego a caer en la trampa del reduccionismo militante, otra tribu más… Luchar contra la evolución natural de capitalismo, es encerrarse en la isla de las galápagos como reservorio del conservadurismo económico, político y emocional, o juegan a lo que yo juego o rompo la baraja…

Los antecedentes históricos previos a la configuración de las nuevas tribus, tiene también su Partícula de Higgs o Bosón de Higgs. Su momento cero, su Big Bang. Si hacemos minería del datos sobre nuestra memoria, nos encontramos con antecedentes al momento cero de las tribus en red, preglobales. Mi primer encuentro con una de esas partículas fue en 1967 con la obra The Naked Society (La sociedad desnuda) fue el primer libro sobre las amenazas a la privacidad que plantean las nuevas tecnologías, como las técnicas modernas de vigilancia y los métodos para influir en el comportamiento humano. Era un llamamiento velado a la indignación colectiva y al activismo social en defensa de la vieja humanidad.

Esto me recuerda el manifiesto panfletario de Stéphane Hessel, ¡Indignaos!, el cual tiene reminiscencias al cuento de hadas, Ricitos de oro y los tres ositos, y el mensaje ¡indignaos! Como moraleja para niños, era porque alguien ha entrado en casa, tomado la sopa, roto una silla y utilizado la cama… Aunque esta breve historia de la indignación, no difiere mucho de la realidad, en todos los tiempos documentados por la civilización ha habido indignación y/o arrechera, también conocida como paradigma histórico o ruptura epistemológica, concepto introducido por el filósofo Gaston Bachelard. Alguien o algo rompe la falsa armonía y enciende la indignación sin control, ni precio a pagar. Es la venta en fascículos de la conciencia sobre la sociedad y el planeta como propiedad individual, material y espiritual no enajenable. Antes, se compraban los fascículos de forma vertical, a diferencia de hoy día, que la hiperconectividad los distribuye horizontalmente y gratis…

En el mundo de la vida salvaje, los animales saben controlar su sobrepoblación, adaptándola a la disponibilidad de alimentos y territorio, algo así como, instinto adaptativo evolutivo. El problema con las nuevas tribus agitprop de la ¡Indignación¡, la justicia universal, las ideas y las emociones de 280 caracteres, es su crecimiento ilimitado descoordinado y explosivo… “El conjunto de todas las tribus universales, tiene un crecimiento geométrico exponencial ilimitado, hasta alcanzar su nivel de incompetencia y asfixia por aplastamiento. Deberían de colgar el cartel: No más tribus, aforo completo en el planeta.

“Si la sociedad se guiara por las emociones y las ideas twitteras, volveríamos a la Edad Oscura y los insectos, las enfermedades y las plagas volverían a heredar la Tierra”, de hecho hay indicios o registros de esta nueva configuración de la humanidad…  “Libros, videos y movimientos tribales, cuestionando el paradigma del progreso político y científico que definió la cultura universal de posguerra”. Una cosa es la promoción de la conciencia responsable, basada en la ciencia objetiva, y otra es el activismo, por el activismo mismo, como modelo de nueva humanidad; Todos contra todos, hasta imponer un modelo de racionalidad incuestionable como los dogmas”.

Aquí la nueva psicodelia no es el LCD, sino la pertenecia a la tribu. Hemos pasado del modelo de agregación a la disgregación de los Estados nación, incluida las democracias occidentales en franca decadencia, a un nuevo estado de agregación, la tribu.. El problema es que no existe ningún modelo sustitutivo del viejo orden político, económico y social. Hemos creado auténticas autopistas de las emociones y las ideas twitteras de 280 caracteres, pero sin límites de conducción, sin leyes de tráfico, ni seguridad vial, ni responsabilidad civil. La vieja idea de ciudadanía, ha caducado o más bien, ha sido dinamitada literalmente por las masas empoderadas de ideas aditivas y sentimientos como motores de la nueva humanidad tribal del ¡Sí se puede!…

Blog de Manuel Eduardo Ponte, latribu.blog

El retorno de la comuna

No comprendo, y menos puedo entender cómo personas adultas con pelo en el pecho y tetas, puedan creer en conjuras y conspiraciones galácticas judeo masónicas y comunistas. En Logias secretas dieciochescas para dominar “el mundo mundial” o destruirlo. Toda buena historia comienza con la expresión clásica de: Érase una vez; y créanme que funciona, especialmente en esta Era de las regresiones antropológicas culturales, la hiperinformación y la hiperconectividad virtual, el mundo en red.

Veamos algunos ejemplos de masturbaciones mentales: La conspiración reptiliana, el Club o foro Bilderberg, los sabios de Sion, George Soros, Bill Gates, Joe Biden, el «lado oscuro de la Fuerza» la globalización perversa, y sin olvidar los clubs de Bolas criollas de Yare y Tucupita existe.  Lo único seguro a día de hoy, es que Elvis Presley, John Lennon y Steve Jobs, están muertos. Tampoco creo en la maldición de Tutankamón, las predicciones de Nostradamus, la Piedra filosofal, el Calendario Maya, el Hilo rojo del destino, ni en la teoría del origen de la humanidad en el ADN extraterrestre (alienígenas follando con primates o simios).

Hablemos sin las paranoias pseudointelectuales de principios de siglo. Me preocupa la argamasa mental de mezclarlo todo en un crisol con ideas inconexas y extravagantes sin solución fáctica, ni continuidad argumental. Decir que Bill Gates y su fundación pretenden disminuir la densidad de población humana a través de virus y la inoculación de nano-chip con vacunas de nueva generación, es paranoia, es demencia colectiva. Las únicas fuerzas conocidas que pueden dominar el mundo, y así ha sido en la historia de la humanidad, son la ignorancia, el miedo antropológico, y la trivialización dogmática totalitaria.  De nada ha servido acumular tanto conocimiento, si no lo sabemos utilizar. De ello ya dieron cuenta Hegel, Kant y Fausto (Goethe), y Jean-François Revel

La hipótesis general de una teoría de conspiración tiene sus raíces en que ciertos sucesos importantes en la historia han sido causados por conspiraciones ocultas misteriosas. La teoría de la conspiración como explicación lógica al miedo, ha sustituido al animismo comunitario de los pueblos sin historia como los denominaba Arnold Toynbee. Los “pueblos ágrafos” son susceptibles a atribuirle alma a las cosas, incluidas las conspiraciones galácticas paranoides. Todo tiene un origen planificado por un ente superior, es invisible, pero existe. Vasta una acumulación de hechos para darle entidad propia en la historia.

En la práctica, todos los humanos arrastramos los vestigios del Ranchito cultural o protosocial de nuestro origen animal, en algunos casos suele ser más visible y acentuado que en otros. El sociólogo Ferdinand Tönnies, nos dejó un estudio sobre “comunidad y sociedad”, que, hasta el día de hoy era válido para la sociología, en el cual voy a apoyarme. La distinción entre lo orgánico comunal y lo mecánico social. Para Tönnies la travesía (tránsito) de lo rural a lo urbano no tenía vuelta, era un boleto sin regreso al pueblo, a los valores orgánicos de una comunidad. Es la tesis del ensayo “La Tercera Ola, de Alvin Toffler”, no solo hay que aprender, sino también desaprender. “Los analfabetos del siglo 21 no serán aquellos que no sepan leer ni escribir sino aquellos que no sepan desaprender y reaprender “.

En teoría, un individuo que ha pasado de lo rural a lo urbano, no necesita de las alforjas comunitarias heredadas del pueblo, las llamadas raíces… Tönnies denomina “comunidad” al conjunto social orgánico, es decir, lo orgánico comunal, opuesto a la sociedad urbana de los valores mecánicos.

El Fin de los Tiempos, Juicio Final, Apocalipsis o Fin del Mundo mundial están presentes en los dogmas religiosos que tienen un origen orgánico comunal. El éxito de una religión, es la predicción y la revelación cosmológica del mundo, el summum conocimiento sobre «el principio y el fin» y sobre todo quien conspira contra ellos, los enemigos perversos. En realidad, la configuración de la humanidad virtual, o hiperconectada no requiere de grandes catedrales, ni de sacerdotes, ni libros sagrados, ni muyahidines llamando al rezo, a la oración. Muchas religiones, como el cristianismo y el islam, incluyen creencias relativas al fin de los tiempos. Los cruzados de hoy son tribus luchando contra cualquier cambio social, económico, político y climático, que cambie el mundo conocido.

Para los neocruzados de izquierda (progresistas del siglo XXI), el peligro lo representan las sociedades democráticas abiertas, los mercados, el capitalismo, la prensa libre, la propiedad privada y la educación libre. Y para la derecha conservadora, la globalización, el multiculturalismo, el sector público expansivo, las tecnologías invasivas a la privacidad, la presión migratoria y la disolución de las fronteras, los aranceles sin condón, el negacionismo de los valores históricos, y los influencer tribales adánicos.

De hecho, muchas de estos miedos son compartidos, es decir, sus extremos y sensibilidades se tocan contradictoriamente. Lo bueno es su precaria temporalidad (efímero) Ninguna tribu dura más que el sol de verano, porque nada está escrito en un libro sagrado, ni en una tradición milenaria. Son como los graffitis, permanecen hasta que alguien pinta otro distinto encima de éste. Las redes se caracterizan por su precariedad, son código abierto, todos podemos sobrescribir el código hasta hacerlo irreconocible. Hasta ahora la humanidad había sido gradualista, los cambios estaban determinados por paradigmas científicos distantes en el tiempo. El estado natural de la sociedad hoy día son los paradigmas efímeros y sus paradojas. La sociedad hiperconectada ha permitido el tránsito sin trauma hacia la comunidad orgánica, algo inconcebible para la sociología clásica. Internet no es una sociedad, más bien, son infinidad de comunidades orgánicas, de ahí su desafección con la sociedad mecánica de los valores funcionales.

En una sociedad de valores mecánicos, las teorías de la conspiración y la resistencia a un nuevo orden mundial, no tienen cabida, porque no tienen vida propia como los valores orgánicos de la comunidad. En las “sociedades” todos aceptamos los cambios sin resistencia, sin la cultura retrograda del miedo, porque impera el principio de lo mecánico. La sociedad ciberorganizada e hiperconectada busca valores fuera de lo social mecánico, y los encuentra en una huida hacia la comunidad y el activismo tribal, que no necesita de la historia.

Si bien estadísticamente hablando eran una minoría colectiva la que cree en teorías conspirativas, hoy representan el 50% de la población electoral de occidente. La radicalización en las elecciones norteamericanas entre Demócratas y Republicanos no es un accidente, sino la constatación de la reconfiguración de la sociedad mecánica en comunidades orgánicas. Liberales y neo liberales contra las teorías Conspiranoides de los conservadores republicanos, ensimismados con el ombligo .

Como dice, Sandra Tamez en su blog: «De forma básica podemos decir que el ser humano rechaza las preguntas sin respuesta y las teorías conspirativas le brindan tranquilidad pues es más fácil aceptar la existencia de algo que consideramos injusto si se dice que pasa porque detrás hay un culpable y que solo eliminando dicho factor podrá eliminarse ese algo mucho más grande y grave, como la pobreza, las guerras o el hambre.»

Nota: Ver los posts «Liberalismo silencioso» , El vacío del vértice

Escuelas para virus

De la quijada de burro de Sansón a los virus.

El guerrero más fuerte de Israel fue Sansón, quien utilizó la primera arma de guerras no convencional para aniquilar el solo a mil hombres. Una quijada de burro. Es decir, que, hasta la misma Biblia, nos dice, más allá de las parábolas morales evangelizadoras, que para la guerra y la paz se vale todo. Para mí la enseñanza moral de esta parábola es la defensa con un objeto no esperado por el enemigo.

Éste post va sobre “guerra, Paz y libertad” y no me estoy refiriendo a la invasión napoleónica de Rusia, o la Era postnapoleónica ni a ninguna otra guerra de las llamadas convencionales, guerras correctas, tampoco a la novela del inefable León Tolstói. El problema de la expresión convencional es su propia definición como: habitual, acostumbrado, convenido, reglado.

El sociólogo y el politólogo deben analizar antes de especular, el lenguaje, la fauna, y la historia. Y luego hablar paja en abundancia, pero no antes. En la universidad los estudiantes de sociología en Venezuela, decíamos que antes de meternos en una jaula, primero había que analizar el palo del gallinero, como indicador de cagadas. En otras palabras, toda sociedad tiene su palo de cagadas.

Ante tanto convencionalismo abusivo sobre lo que es una guerra, incluida la paz, las nuevas guerras y la futurología Star Wars, es casi imposible sostener un discurso diferenciado coherente, otra cosa es que sea serio. Ahí radica el problema de fondo, cuando el discurso y las ideas transitan fuera de las vías paralelas. Las paralelas son líneas que se extienden hasta el infinito, pero nunca se cruzan, ni se sobreponen las unas a las otras. Es una definición de la geometría perfecta del discurso político correcto.

La Guerra y la Paz, como decía al inicio del post, no dependen a día de hoy de los hilos de viejas guerras de conquista y paz. No hay que remontarse a la gran Guerra de Kurukshetra, 3102 a.c. Narrada por el Bhagavad-Gita, ni tampoco a las guerras de Alejandro Magno. No todas las guerras son conflictos bélicos.

Hace poco asistimos a uno de esos modelos de guerras no clasificadas, pero sí reconocida por analistas políticos. La guerra mediática de Rusia contra EEUU, que aniquiló en las elecciones presidenciales de 2016, al partido Demócrata de Hillary Clinton con millones de cadáveres votantes, pero ningún muerto físico.

Las guerras económicas son en principio, guerras políticas porque de ellas depende el poder real de cualquier ideología. Para la Rusia de Putin, las noticias falsas, Fake news y las noticias profundamente falsas, las Deepfake, noticias de diseño basadas en el análisis de la Big Data, con ingeniería de laboratorio, vienen a ser lo mismo que la quijada de burro de Sansón. Un arma de guerra digital no convencional, low-cost.

En la búsqueda del supersoldado «The supersoldier» con poderes sin parangón, tales como leer la mente del enemigo, atravesar paredes o incluso matar una cabra con tan sólo mirarla fijamente. Son parte de la vieja ficción novelada: El mejor supersoldier, bueno, bonito y barato, son las Fake news y su ingeniería basada en la Big Data.

Hay quienes opinan, con mayor o menor grado de acierto, y otros sólo lo pensamos, que las tres potencias militares “Street Fighter”, siempre han trabajado en un “hipotético escenario de guerra biológica no declarada, que sustituiría la vetusta quijada de burro de Sansón, y los misiles balístico intercontinentales, las bombas de neutrones, y la militarización del espacio exterior del planeta.

Tampoco las actuales guerra de nueva generación, las Fake news de Rusia Today RT, y la guerra privada de Trump a los mercados y las instituciones de naciones unidas y la globalización. Los actuales arsenales biológicos y sus respectivos laboratorios militares, tienen viso sospechoso de ser el origen de la pandemia. ¿Es un hecho verdadero o probable?.

Pero sí altamente probable, es el accidente en un laboratorio biológico en Wuhan. Lo que el mudo ya reconoce entre bastidores, que el COVID-19, es el Chernóbil chino. La fuga de un virus letal. Un accidente que también pudo haber sucedido a cualquiera de los actores de las tres potencias militares “Street Fighter”. 

No comparto las prisas de la elite científica (progresista) por desmentir las teorías de la “manipulación genética del virus” en un laboratorio militar biológico de Wuhan . Las prisas siempre son peligrosas. El efecto de esta gran mentira es tal que los científicos de todo el mundo han decidido estudiar sus genes para comprobar si, efectivamente cabe esa posibilidad. Lo que han descubierto es que una máquina de contagio tan perfecta está muy lejos del alcance de la creación artificial.

Ningún virus esta hecho o fabricado en una impresora 3D, tampoco es el resultado de pócimas mágicas combinadas, y mucho menos creados a través de la piedra filosofal del gran maestro Confucio. Los virus pueden ser manipulados genéticamente, y/o adiestrados. Si algo puede mutar, cambiar, puede también aprender; sí se les puede debilitar, también se les puede fortalecer.  

El gobierno chino, y no me estoy refiriendo al genial y emprendedor pueblo chino, sino a otro tipo de entelequia política y militar ajena a los pueblos. Los interese aconfesionales de una mega potencia como China, que tiene ante si, desafíos imperiales a lo Star Wars, desafíos galácticos. No va a reconocer el origen militar del virus.

Ninguna potencia entra en un mercado para ser parte del microcosmos del mercado, sino paras ser el propio cosmos, el propio mercado. Antes hablábamos de los rusos y de Vladimir Putin innovando en la industria de armas de guerra no convencionales como las qijadas de burro. Ahora aparecen otros actores en esta guerra de qijadas. Los chinos con su jefe, Xi Jinping. Y no me olvido del Tío Sam, Donald Trump.

Los laboratorios Biológicos militares de nueva generación, hoy en día, son escuelas para virus, no tienen nada que ver con la idea anacrónica de almacenes de clasificación de virus, bacterias y hongos letales. Seleccionar los virus más mortíferos, y someterlos al aula de entrenamiento, aprendizaje, y luego al examen de escenarios de guerra. El lema griego de: más rápido, más alto, más fuerte, y más letal (Citius, Altius, Fortius) es una realidad. Se manipulan virus con sus respectivas vacunas. Un virus puede y de hecho lo es, el sustituto del supersoldado jamás soñado por ninguna potencia hegemónica, en la historia.

El juego de guerra consiste en medir su capacidad de destrucción, durabilidad, resistencia al clima y expansión silenciosa. Algunos de ellos son llamados virus morales: Aquellos que solo afectan a la población económicamente activa, e incluso a grupos de edad y raza. También se valora el tiempo que el enemigo tarda en encontrar una vacuna, y la capacidad de anular y destruir las economías.

El estado natural del hombre en sociedad, según Sigmund Freud, era la neurosis. Confieso que siempre he sido un enamorado de esta apreciación ontológica del hombre. Lo peligroso para la integridad del ser humano y la humanidad es la racionalidad lógica del androide desprovisto del airbag de la neurosis. Hoy día se criminaliza el pensamiento crítico basado en el modelado algorítmico psicosocial Freud. Cuando alguien pone en duda la verdad oficialista, se le tacha de fascista o conspiranoico, por poseer un sistema de protección activo (airbag) o teorías alternativas a la oficial.

Esto ha funcionado así a lo largo de la historia de la humanidad, y sigue funcionando en el Sanedrín mediático. A hora ya nadie habla de censura, basta bloque al infractor de la opinión oficial. También bloquear a tu enemigo ideológico es una arma no convencional de destrucción masiva, es el equivalente a la quijada de burro 2.0 del modelo tecnológico fact-checking, newtral.

¿Qué hacer vs. qué no hacer?

El famoso Estudio Nacional de Seroprevalencia de Pedro y Pablo, resultó ser la crónica de una muerte anunciada; no se puede poner vendas antes que la herida, eso lo sabe cualquier párvulo pegado a una consola de vídeo, o de cualquier estudiante de primero de Estadística. Resulta extemporáneo hacer estudios generales sobre la seroprevalencia de un virus en una población en los inicios de una pandemia. Es como pretender estudiar los daños de un incendio en sus inicios. No es malo tomar muestras cada día, cada hora, cada minuto y segundo sobre el desarrollo de una pandemia. Pero no lo vendan como estudio general de la pandemia.

Los errores del gobierno forman parte de la nueva normalidad de la crónica anunciada. El gobierno es una maquina perfectamente engrasada para producir mentiras, engaños, errores, y ocurrencias, pero con tanta premura y velocidad, que solo recordamos la último de la autopista de mentiras, hasta la próxima ocurrencia.

Hace tiempo que me puse como disciplina moral, no olvidar el decálogo de ocurrencia de Iván Redondo, el perverso Cardenal Richelieu de Moncloa, el Rasputín de las alcobas y los ministros con glamour al estilo creativo de Emmanuel Macron, pero sin pedigrí político ni rigor técnico científico ni empresarial. Nicolás Redondo es el hombre de la Cábala mística del poder entre bastidores, el titiritero de los monigotes. Algo así como, la estilla clavada en la uña de la democracia en franca decadencia.

Hoy la prensa nos acerco a esta desconcertante noticia: “España, a merced del coronavirus: el bajo nivel de contagio aleja la inmunidad de grupo… Los primeros resultados del Estudio Nacional de Seroprevalencia apuntan a que sólo el 5% de los españoles tiene anticuerpos del Covid-19”.  (El Español)

Pretender tomar, y con rigor científico, una muestra representativa de la totalidad de la población en España a través de test, especie de mapa de seroprevalencia, o mapa epidemiológico del Covid-19, es tan sospechosamente insólito como extemporánea y etérea. Es algo así como realizar encuestas a través de técnicas de muestreo estadístico a la población en general española, sobre el nivel de satisfacción en la compra de Yates y aviones.   

La estadística lo aguanta todo, son como los carteles de publicidad, tienen sus extremos, los hay excepcionales, muy buenos, buenos, malos y muy malos. En mi caso, siempre he clasificado a la estadística en dos campos: Las que buscan conocer cosas bajo la luz de la lámpara, y las arriesgadas, que buscan conocer cosas fuera de la luz de la lámpara. Ambas tienen su metodología reconocida.  Otra cosa son los modelos estadísticos para el cálculo de probabilidades.

No se puede tomar muestras sobre lo que todavía no ha sucedido en Cantimpalos, pueblo de Segovia, ni en el Cabo Finisterre de la Coruña. Querer saber, si en España se ha formado lo que los epidemiólogos llaman la inmunidad de grupo, de rebaño o de racimo. Lo que representaría un estudio razonable, sería mapear las zonas y municipios o barrios más golpeados por la epidemia.  Pero lo más sensato resultaría hacerlo a colectivos como sanitarias, policías, militares y servicios conexos y familiares de riesgo, y ancianos. Lo demás sería ciencia ficción. Fragmentar un estudio tan pequeño para hacerlo representativo del estatus epidemiológico de la población en España, es impericia. No es el momento de coleccionar datos inconexos y mistos, para luego hacer deducciones científicas sobre la inmortalidad del cangrejo.

Estoy dispuesto a colaborar y trabajar ¡GRATIS! Y sin crédito social, ni reconocimiento alguno, y de forma anónima, con el gobierno podemita, si se deja aconsejar, sobre técnicas estadísticas de muestreo, modelos de aproximación e investigación epidemiológica y sociológica. Una cosa son las encuestas de opinión, y otra la gimnasia. Cómo alcanzar respuestas aproximadas a los problemas e incógnitas científicas, con métodos estadísticos.

El problema de fondo con el que se ha enfrentado la humanidad se llama: ¿Qué hacer?. Las ciencias empiezan con dicho dilema de trabajo. Bien sea en la filosofía, la política, la economía, e incluso la literatura. No tenemos que ir a la novela de Nikolái Chernishevski, un filósofo socialista utópico, para reivindicar el dilema de ¿Qué hacer?. Vladimir Ilyich Lenin, también se planteó el trabajo de organización metodológica y estrategias políticas basadas en la pregunta de Chernishevski.

He trabajado en investigación social y estadística para la OEA Organización de Estados Americanos durante años. Resolver problemas de metodología estadística en investigación social era mi trabajo. Hay dos errores de bulto en este Estudio de seroprevalencia, muy comunes a la falta de experiencia y conocimiento. Creer que los problemas e interrogantes se pueden adaptar a las estadísticas, o que las estadísticas se pueden amoldar a los problemas para darles forma lógica y sentido político a conveniencia.

La amenaza más letal, no es exclusividad de los virus, también lo son los políticos al servicio de ellos mismos… «A diferencia de los desastres naturales, cuya afectación está limitada a un territorio y un periodo de tiempo determinados, las pandemias tienen la capacidad de alterar para siempre y a escala global la vida de las personas: el trabajo, el transporte, la economía y hasta la vida social de la gente pueden cambiar radicalmente»… También el virus del populismo ha hecho el mismo trabajo de demolición, en las personas y la economías…

Qué dice el Manual de Resistencia sobre las pandemias.

The devil’s trident (El Tridente del diablo)

Bajo la amenaza del terrible tenedor de acero del diablo hay un pueblo esperanzado, eso creemos y repetimos todos como un sabio y elaborado mantra tibetano. El viejo resabio popular dice que es saludable pensarlo. El problema de este vicio popular es que viene sin prospecto de instrucciones y sin la etiqueta azul de homologación europea. Se nos pide transitar el desierto sin pasar hambre ni sed, y cruzar a pie el mar sin mojarnos el culo, e incluso aplaudir todos los días a una misma hora con exactitud suiza; lo más parecido que conozco hasta hora, son los mensajes mágicos e inútiles dentro de una botella. Es el síndrome del náufrago en estado puro, confinado en su casa.

El tridente del diablo tiene forma simple y reconocible como todas las amenazas políticas y sociales descritas y contadas por la historia. En nuestro caso la representación de la amenaza tiene tres puntas: Muerte, enfermedad y trabajo. El confinamiento combinado con la desconfianza en el gran timonel, Pedro, Pablo y Don Simón, es una implosión de nuestra personalidad, una implosión hacia dentro de nuestra integridad emocional. Todo ello, nos devuelve a la vieja precariedad protosocial del animal. Nuestras expectativas son las misma hoy en día, que un hombre de la prehistoria de la etapa Lítica de nuestros ancestros entregados al animismo del mundo natural desconocido. Hemos sustituido los miedos de nueva generación como no tener Wi-Fi, papel toilette, y perder el Móvil, a miedos menos racionales y más primarios del hombre atrapado y vacío de contenido social.

Para el gobierno podemita bolivariano de Pablo y Pedro, la extrema gravedad de la situación que está sufriendo el país se asemeja a un siniestro total, es también y por qué no, una oportunidad en términos de cálculo político y marketing de diseño electoralista. El control omnímodo del Estado y la ventaja electoral legítima que tiene el gobierno podemita, no lo van a dilapidar. Las estadísticas dicen que lo están haciendo bien. Es la indolencia política que recogen los libros de historia, pero de la que nadie aprende.  Aquí bien podríamos sustituir la lira de Nerón por las estadísticas de Tezanos. Y a Nerón por Pablo y Pedro recreados en ellas mientras Roma arde por los cuatro costados.

Hay que reconocerlo, lo mejor del gobierno ha sido el control de los medios de comunicación social embozados de bocadillos de jamón y chorizo ibérico. Podemos decir que Pablo y Pedro han tenido cintura de boxeador; y sobre todo con los comisionistas del partido e intermediarios, las aves carroñeras de esta crisis. Hay cosas prioritarias para el populismo de manual de resistencia, que están más allá de los respiradores mecánicos, materiales sanitarios, mascarillas, test rápidos, UCI hospitalarias, ancianos, y estadísticas epidemiológicas alarmantes. Decía antes que habían tenido cintura de boxeador, pero también, la consigna delirante de aguantar, y aguantar de pie a cualquier precio y como sea, incluido dar golpes sucios y bajos. Lo primero que construye el político de raza para su resistencia política son las empalizadas, las alambradas, el corral, y luego por último atender al rebaño y su emergencia, aunque sea a golpe de lentejas. Pero nunca, nunca hacer lo contrario a lo que dice la doctrina del Manual de resistencia de Pablo y Pedro Sánchez, héroes de la crisis para el progresismo antiparabólico…

La paradoja de la escalera de Penrose en las ideologías

El “modelo” de escalera imposible de Penrose, pienso que puede ser extrapolable a la política como espacio especulativo y supradimensional. La escalera así planteada o concebida como diseño de lo imposible nos ayuda a explicar las posiciones ideológicas y antagónicas en medios politizados, dónde nada es lo que aparenta ser, y su deriva hacia el infinito. Es decir, no se agotan en sí mismas, sino que representa el movimiento de las ideas. El problema del observador omnisciente fuera de la escalera, tiene un origen epistemológico de método clásico, pero también aporta una ventaja óptica sobre la totalidad del conjunto de movimientos, una autentica orgía para la imaginación especulativa y racional científica.  No sabemos sí las posiciones ascendentes son positivas, o si las descendentes representa lo contrario. Ninguna posición ideológica permanece fija en el tiempo sin avanzar hacia el infinito. Otra cosa muy distinta es la efimeridad transitoria de las ideas en tiempos de globalización, o de la efimeridad de los 280 caracteres de twitter, que también presentan arquitectura óptica virtual.

La noción de escalera en los humanos, es parte de un registro protocultural común a todas las civilizaciones, incluido el reino animal. La noción o concepción primaria de escalera se remonta al año 30.000 a.c. En algunas culturas más avanzadas, los escalones son representados por rampas, y estas llevadas a complejas plataformas helicoidales «zigurat» el más conocido fue el dedicado a Marduk, la Torre de Babel mencionada por la Biblia hebrea, en el Génesis. También las pirámides escalonadas, en Egipto, américa, Irak, Java y la India

No olvidemos a uno de los grandes hitos de la literatura universal, como el poema epopéyico de la Baja Edad Media: La Divina Comedia, de Dante Alighieri. Donde vemos expresada la ideología de una Era en forma de escalera descendente hasta el inframundo, como la ilusión óptica de Penrose. La visión político cosmológica de la historia a veces, expresada como escalera descendente, o espiral, con rampas o niveles con diferentes grados de moralidad, sobre el bien y el mal.

La mayoría de las veces, y sólo a veces, los valores políticos contrapuestos y antitéticos, incluida su síntesis histórica son escalables y pueden ser representados a manera de una escalera imposible de Penrose, donde el escalón más bajo es el más alto. En toda ideología el ideal supremo o fin último suele ser, con precisión matemática el escalón más alto. De ahí que nadie haya alcanzado a día de hoy ese escalón o fin último de la supremacía ideológica, o peldaño de Dios, y siga la humanidad intentándolo en bucle, debido a la naturaleza animal del “homo Paradisiacus”.

«La Escalera de Penrose, es una ilusión óptica descrita y representada por el matemático inglés Lionel Penrose». El pensamiento sociológico, que he practicado desde siempre, se basa en esta definición óptica del mundo de las apariencias, es el denominado pensamiento lateral o enfoque creativo (Edward de Bono, The use of lateral thinking). También lo denomino, sociología aditiva” por parecerse al sistema o modelo que permite la obtención de un tercer color a partir de la mezcla visual de dos colores en movimiento. Lo aprendí observando las obras de arte cinético de Carlos Cruz-Diez. Siempre me he preguntado si ocurre lo mismo con las ideas en movimiento, y los sistemas de creencias, valores y representaciones sociales.

Existe en todo ADN social una parte de animal inacabado de «Theodore Roszak» común a todas las sociedades de la imposibilidad de la observación óptica selectiva de un sistema, cundo tú eres el sistema, y no necesariamente se pertenece a él. La lógica del conocimiento científico nunca ha dado cuenta de ello. Ni David Hume, Kant, Hegel, tampoco Bachelard, ni el padre de la revolución científica Descartes, han concebido al individuo como suprasistema. Durante mucho tiempo de lecturas y observación me he dado cuenta de ello. Y me lo he estado recriminado durante bastante tiempo. La configuración de un sociólogo te dice que el objeto de estudio de la sociedad es su conjunto, y no el individuo, objeto de la psicología social y sobre todo la antropología y la etología comparativa. Toda ideología tiende a configurar y reconfigurar el éxito de una representación, hasta su perfección optimo, otra cosa es que lo consigan.   

La polis fue el marco esencial donde se desarrolló y expandió la civilización hasta día de hoy, y eso es una obviedad objetiva, pero también estamos obligados, concernidos, como científicos sociales a desandar ese camino. A menos que descendamos o hacendamos por la escalera de Penrose, o desescalemos infinitamente por ella, en la búsqueda de las huellas de nuestra protohumanidad. Y créanme, no estoy hablando del registro arqueológico polvoriento, ni del radiocarbono, carbono-14. No hablo de cosas que estén en nuestro haber, sino en nuestra realidad, o tangibilidad ideológica, es decir: “nada que desenterrar, sino ver”. Sí el mundo como registro es todo aquellos que vemos, entonces: «Houston, tenemos un problema».

Quizás lo más lejos sea lo más cerca, ello depende de las paradojas visuales al conocimiento. Y el racionalismo crítico popperiano, está más cerca de las especulaciones de la caja opaca de la paradoja de Schrödinger, que de la filosofía metafísica. Sí las cosas no tienen fondo, están abiertas a la imaginación del racionalismo critico. No es el camino de la «Teodicea de Leibniz, por demostrar lo indemostrable, para su época. «No hay forma de ver el mundo que pueda ser considerada definitivamente «verdadera». Ello se debe a que el ser humano, como decía antes: el hombre es si mismo es un suprasistema, también reconocido por Aristóteles, como animal político. Pero no se puede ser un animal político sin ser en si mismo un suprasistema de muchas otras cosas.

Quien ha utilizado en el arte el pensamiento lateral fue el neerlandés, M. C. Escher, con sus figuras imposibles, auténticas paradojas visuales. Hablar en sociología de lo invisible al intelecto, es un poco, utilizar la sociología imposible. Kant, Hegel, Ludwig Feuerbach, y Karl Mannheim, Darwin, Sigmund Freud, incluidos Goethe, Buda y  Stephen Hawking… Produjeron más conocimiento lateral de lo invisible al intelecto proactivo, que con la lógica formal al uso. Lo que quiero decir, es que no hay nada descabellado para el pensamiento lateral.

El perspectivismo es una doctrina filosófica que sostiene que toda percepción e ideación tiene lugar desde una perspectiva particular. Yo lo llamaría las paradojas ópticas de la escalera de Penrose.