Virus alienígena (Cui bono)

Este post no va de “ciencia ficción”, sino de libertad de opinión, de hipótesis, de probabilidades, de pensamiento trasversal. En el campo de lo popular y el pensamiento común no científico, la hipótesis es hablar de paja mental, onanismo dos puntos cero, fantasía, quimera o teoría conspirativa, el bulo trending topic de una red social, el socorrido populista de las Fake news…

Toda ideología dominante, que se precie a sí misma, tiene sus “Brujas de Salem” aunque por cuestiones de supervivencia, se las inventa por exigencia del guión oficial del sistema. Un régimen sin amenazas externas, no se sostiene en el tiempo, la historia ha sido fiel a ello. La amenaza al sistema es el Leitmotiv, el peligro recurrente que cohesiona las masas, el muro invisible de contención, lo latente al poder real.

“La Sonda lunar Chang’e-5, lanzada con éxito por los chinos, el 23 de noviembre 2020, cuya misión fue la de recolectar muestras lunares de la antigua atmósfera de la Tierra que puede estar preservada en el suelo selenita y su utilidad militar estratégica… Es la primera misión en más de 40 años en traer muestras lunares de regreso a la Tierra, y convertiría a China en el tercer país en hacerlo después de Estados Unidos y la Unión Soviética”. Desde el 2013, el régimen comunista chino ha realizado diferentes viajes secretos “top military secret” al satélite y exploraciones de aproximación, e incluso, robot con retorno a la tierra en el 2019, antes del anunciado viaje del “Sonda lunar Chang’e-5” de noviembre del 2020.  Carrera armamentista.

El descubrimiento de material biológico en rocas lunares, no es nuevo. Lo novedoso, lo arriesgado es la “hipotética manipulación genética” de clonar el material contenido en algunas rocas, especie de capsulas del tiempo (bioética) y su cruce con otros virus terrestres letales. Un virus no tiene que estar vivo para prestar partes de su genoma o su secuencia molecular. No es ciencia ficción, es ciencia creativa, es ciencia aplicada, ingeniería vital para el desarrollo tecnológico… En siglos era tabú profanar, diseccionar un cuerpo, un cadáver. La curiosidad diametralmente opuesta a la prohibición, a los límites éticos, es impredecible. Leonardo Da Vinci ni siquiera era un científico para retar al dogma. Pero lo hizo.

No hablamos de la copia sintética de un virus, sino la clonación científica de éste, de una copia idéntica a partir de su ARN (ácido ribonucleico) como materia genética replicante. Los virus se replican, no se reproducen, son incapaces por sí solos de hacerlo, necesitan el material genético de un ser vivo como las células humanas o animal, o células huésped, ya que son agentes acelulares. Su origen puede estar en células muy primitivas, anteriores a LUCA (las siglas en inglés del “último antepasado común universal”.  Soy etólogo, algo se de biología. Pero no pretendo dar clase de biología y mucho menos de virología, solo hacer una reseña orientativa sobre la forma genética más abundante del universo, los virus.  

El mecanismo de introducción de un nuevo virus en los seres humanos es uno de los mayores misterios que un epidemiólogo podría querer desentrañar. Los virus, por lo general, tienen un reservorio, bien animal o bien humano. El problema es que no existen testigos ni taquígrafos, que relaten el momento de ese primer salto al humano. Hasta hora la teoría es su principal mentor histórico. Este virus, probablemente, tiene su reservorio natural en el suelo lunar, el suelo selenita.

El lado oscuro de la luna explorada por china, no recibe rayos ultravioletas, que maten los virus más resistentes del universo y primitivos, y más emocionantes resultan ser para virólogos y estrategas militares. Su uso experimental inmediato sería ganar la carrera armamentista y la hegemonía del poder biológico sobre el planeta. Hoy día no es la energía nuclear, el enemigo, ni los ejércitos armados hasta los dientes, ni su número, sino la guerra biológica y bacteriana, y la economía de mercado. Hoy china es más fuerte económicamente que el resto de potencias. Cui bono!. Peguntemos ¿Quién se beneficia de todo ello? y encontraremos al culpable,

Este virus, en cuestión, está demostrando ser resistente a cualquier condición climática, estacional, raza humana y expansión extra continental, e incluso resistente a un hipotético exoplaneta. ¿Ha llegado para quedarse?. Lo qué confirmaría en parte mi hipótesis sobre un virus alienígena. Este virus es atípico al resto de los virus conocidos con fecha de caducidad, es inédito en el planeta, y sobre todo, a la pregunta obligada: ¿Quién se beneficia? Cui prodest. Un régimen totalitario que no respeta los derechos humanos, y tiene un desprecio sobre la vida humana, es capaz de todo; de la misma forma, debemos también, ser capaces de hacer hipótesis de todo y sobre todo o pecaremos de inocentes…

La comunidad científica, y en particular la militar, no les tembló el pulso ante los riesgos de la primera reacción nuclear en cadena, con todos los riegos que implicaba para el planeta, y su posible desintegración. La historia está llena de chapuzas victoriosas…

Comunismo poético

El Comunismo poético de “todo es posible” no es una invención de los socialistas utópicos del siglo XVII , en realidad se remonta al principio de los tiempos. Dónde encontremos a un humano, ahí están las raíces utópicas (homo paradisiacus). El COMUNISMO, como idealización de la naturaleza del hombre, ha sido versionado, sin patente, en la historia de la humanidad y remasterizado indefinidamente hasta perder la marca de su nombre: COMUNISMO, pero no su así su identidad de marca. El Progresismo en esta época, no es otra cosa que el comunismo originario, incluido el Comunismo analógico 1.0 de mediados del siglo XX. La idea poética de: ‘Mi patria es el mundo; mi familia, la Humanidad’. No es un poema perteneciente a la obra del romanticismo del siglo XIX, de José de Espronceda, o Lord Byron. La poesía no puede ser refutada: “La libertad auténtica es la búsqueda constante de sí mismo, por eso su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el Romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, así como a la vida y al ser humano mismo” Es como la existencia de Dios, no puede ser rebatida racionalmente.

«El Sociólogo Raymond Aron se refería al “Mito de la Revolución” (como el “Mito de la Izquierda” y el “Mito del Proletariado”) y sostenía que resultaba tan seductor precisamente por su atractivo poético: inducía la ilusión de que «todo es posible», de que todo puede ser completamente transformado en el fiero crisol de la actividad revolucionaria. Combinar la doctrina de la inevitabilidad histórica con el Mito de la Revolución era una receta para la tiranía totalitaria.» Wikipedia.

Mi posición política liberal, no poética, se remonta a mi paso por la Universidad de Chicago donde me reconozco y reafirmo en el pensamiento del sociólogo Edward Shils, y a través de este con Raymond Aron, a lo que denominaba, la vía Aron. La panoplia del marxismo, para aquel entonces, tenía el atractivo núbil de todo lo nuevo y salvaje como el mismo sexo imberbe y explosivo de un joven adolescente. El problema de la libertad de pensamiento, es que no viene con contrato de responsabilidad civil, es sexo sin condón.

Las librerías ambulantes que copaban los tropicales pasillos sombreados y abiertos de la Universidad Central de Venezuela, eran regentadas por izquierdosos anacrónicos con franelitas y boinas del Che Guevara. Lo único bueno de estos libreros era su neutralidad comercial, toda era bueno para el negocio. Vendían libros de diferentes orientaciones ideológicas: Desde el “Mein Kampf” de Adolf Hitler, o Los protocolos de los sabios de Sion, así como las Biblias Hebrea, la Católica, o el Bhagavad-gita, y el Libro de Mormón; lo anti, y lo pro. De Gramsci a Georg Lukács, y de Friedrich Hayek y Karl Popper y Raymond Aron. Cuando desaparecen el libre mercado, y la autorregulación, solo queda la religión.

Todas las ideologías políticas en la historia de la humanidad, incluidas la filosofía y las ciencias exactas, sin olvidar, la dúctil plastilina del pensamiento mágico del siglo XIX; todas ellas se han dado de bruces con el cortafuegos de la religión «firewall». Sin contraprestaciones, no hay cambio de paradigma. No es la razón, ni la lógica o el sentido común los liberadores del firewall. La religión nunca desaparece, solo es sustituida por otra realidad mágica mejorada. Desaparece el Dios vertical, por otro más horizontal y pragmático, el comunismo poético.

Las ideologías occidentales dominantes hablan de obstáculo insalvable para la dominación y/o transformación revolucionaria de la sociedad civil y científica (mercado o mundo ideal). Para el etólogo y biólogo evolucionista Richard Dawkins, la irracionalidad de la creencia en Dios, no es conocimiento, es miseria. «La religión es un delirio que sufren millones de individuos». Para Dawkins, unívocamente, esto ha sido siempre así. Si alguien no me entiende, es tonto, o profesa alguna religión, incluso, puede que padezcan ambas cosas. «Dawkins simpatiza con la observación tendenciosa de Robert Pirsig (EE. UU, 1928-2017), que dice: «Cuando una persona sufre delirio, lo llamamos locura. Cuando mucha gente sufre el mismo delirio, lo llamamos religión.

Ni Karl Marx, ni Richard Dawkins, y Stephen Hawking, son razonablemente potables, ni potabilizadores científicos, cuando hablan de religión, hablan desde una aproximación prejuiciada de la fenomenología del hecho religioso. Digamos que les falta, como a mí, más de una cocción sobre la complejidad de la humanidad. Lo que tienen en común todos ellos es la denuncia de la religión como obstáculo, como firewall.

La posición filosófica y crítica de Raymond Aron, no deja de ser paradójica, con respecto a la posición intelectual compartida de estos tres teóricos «ateístas» de diferentes campos del conocimiento científico. El historicismo, la biología y, la astrofísica; utilizan los mismos argumentos descriptivos sobre la religión como firewall a la libertad científica o al cambio revolucionario, aunque cada uno de ellos tengan ideas y orientaciones ideológicas diferentes vicisitudes y objetivos sobre política, libertad y sociedad. En los pensadores liberal del siglo XX, hasta el día de hoy, encontramos las mismas preocupaciones intelectuales y científicas contra el «firewall» el muro religioso.

En el ensayo “El opio de los intelectuales, Raymond Aron no escapa a la doctrina de la inevitabilidad histórica del, “todo puede ser completamente transformado para mejor”, siempre y cuando, desencriptemos el código religioso en la humanidad, especie de «firewall» que impide el cambio… Los liberales también tropezamos, en nuestras aspiraciones de cambio social, con el «firewall» religioso de la izquierda, opio de los intelectuales. Es una paradoja de libro, y una constante en la política. La única diferencia con el ateísmo clásico intelectual, es la ausencia de Dios. que Raymond Aron describe en «El opio de los intelectuales».

Hasta ahora, nadie había hecho una crítica comprensible al intelecto vulgar, de la inevitabilidad histórica como doctrina filosófica del historicismo marxista. Quizás Karl Popper, en el ensayo “La miseria del historicismo” o Friedrich Hayek en “Camino de servidumbre”. En palabras de Edward Shils, Aron pasó de ser un abierto socialista en su juventud a convertirse en «el más persistente, el más severo y el más culto crítico del marxismo y del orden social socialista – o más precisamente comunista – del siglo XX».